sábado, 26 de abril de 2014

La soledad de los números primos.


El otro día una amiga que no deja de entorpecer mi voluntad de estudiar con nuevas proposiciones de lectura, volvió a depositar un libro sobre mi pupitre, incitándome una vez más a pausar mis actividades en favor de la literatura. Sinceramente, el principio te intriga de tal forma que para la mayoría de los adictos a las historias es imposible no continuar leyéndolo, descripciones interesantes y narraciones aún más impresionantes y con estilo hacen a este libro único, no obstante, en cuanto a la temática se refiere no es la primera vez que encuentro una disposición de los personajes y unos hechos similares, al menos a la hora de profundizar en  los sentimientos de una serie de personas que se muestran marcadas por experiencias, en este caso podríamos hablar de traumas. Si bien es verdad que se ofrece una visión de los pensamientos y las diferentes personalidades, cada una de ellas absolutamente diferentes a las del resto, apenas muestra los rasgos positivos, quizás por la necesidad de la obra en sí y el desenlace ¿inesperado? No sé, en mi cabeza asomaron diferentes y posibles escenas finales. Eran pocas las pistas certeras que el autor dejaba a la vista en el libro, da la impresión de que quería impactarnos, induciéndonos a pensar en una historia que acabará de una manera determinada para finalmente contraponer su propio desenlace, increíble.
La novela combina dulzura, naturalidad, angustia y soledad, una soledad de la que nadie puede escapar pero que ataca con mayor intensidad a nuestros protagonistas. Es ésto lo que me lleva a deducir una de las enseñanzas ocultas de la obra. Todos somos únicos, tenemos nuestras manías, nuestros defectos y nuestras virtudes y son éstas las que, ocasiones nos distancian de el resto. Nos aíslan y nos convierte ''en parejas de números primos que jamás se unirán, separados por un conjunto de números infinitos.
Es ciertamente un libro interesante que plasma los comportamientos humanos y también los sentimientos con maestría y sencillez pero, he de destacar un posible defecto que al menos a mí me sugirió el trato de los personajes. Me hace pensar que existe una cierta misoginia en el trato de los personajes femeninos, presentando éstos un desenlace y una vida en general, más turbulentos y desgarradores, mucho más crudos que en el caso de los varones, tratados con mayor dulzura, mayor sensibilidad y dotados de esperanzas no ofrecidas en las vidas inclementes de las otras. 

1 comentario:

  1. Un texto precioso, me encanta tu blog. Cuando puedas pásate por el mío :) Besos! xx

    ResponderEliminar